El consumo intencional de la miel de abejas en la dieta diaria es una práctica que genera beneficios valiosos para la salud, por lo que se considera parte de las rutinas saludables. Es un producto nutritivo, natural y que se consigue a buen precio, por lo que merece la pena aprender cómo reconocerla para evitar caer en engaños con la miel procesada.
Cuidar de la alimentación y de todo lo que consumimos es un asunto en el que merece la pena poner suficiente atención porque de allí deriva la buena o mala salud que tengamos. En función a esto, incluir la mayor cantidad de productos naturales se convierte en una acción ganadora que no se traduce en comer aburrido, como a veces se quiere hacer ver.
La miel natural es uno de esos productos que sí o sí deberían formar parte de una dieta saludable. Es 100% natural, lo que asegura que se disfrutará de todos los beneficios asociados y no requiere mucho proceso para utilizarla. Basta con familiarizarse con la producción que apenas incluye la recolección por parte de las abejas, el depósito en la colmena, la maduración con ayuda de enzimas y el posterior filtrado para llevarla a la venta.
Todo sobre la miel natural de abejas
Conocer el proceso de producción no es lo único importante en todo este tema. También es relevante conocer algunas otras características como:
- Aporte nutricional: la miel es rica en nutrientes. Contiene azúcares naturales, es fuente de distintas vitaminas, sobre todo del grupo B, cuenta con minerales básicos para una óptima salud (como el calcio y el potasio), aporta antioxidantes al cuerpo que previenen el envejecimiento y las enfermedades crónicas, y también tiene ciertas enzimas.
- Beneficios: el aporte nutricional deriva en ciertos beneficios que merece la pena destacar como el control sobre los radicales libres, el apoyo a la salud digestiva, la cicatrización de heridas, el combatir bacterias, contrarrestar gripes o resfriados (actuando en contra de la tos) y ayuda a mantener niveles altos de energía sin comprometer el tiempo de descanso.
- Usos culinarios: su principal enfoque está en aportar dulzor de forma natural. Esto puede aplicarse en bebidas, postres o como untable. También es posible usarse en la preparación de platos salados, como salsas, para mejorar el abanico de sabores disponibles.
- Usos medicinales: la miel se utiliza con mucha frecuencia en el campo de la medicina natural porque los beneficios mencionados más arriba toman su lugar protagonista. En general, la miel es un valioso reforzante del sistema inmunológico y es eficiente contra la tos. Se puede aprovechar también para mejorar el sabor de algunas preparaciones.
Formas de reconocer la miel natural
Ante un mundo tan industrializado, a veces puede ser complejo asegurar que la miel adquirida es de verdad natural. Entonces, la solución aquí es informarse de las características que así la definen, incluso cuando se siga la recomendación de tener un proveedor de confianza.
La miel natural tiene una textura densa que cae con lentitud si se coloca en posición vertical. Además, cuando se agita produce una espuma que desaparece con lentitud. En el caso de la miel procesada, esta resulta ser mucho más líquida y no genera espuma o desaparece rápidamente.
Para conservar la miel es importante asegurar un lugar que esté fresco y seco, mejor aún en oscuridad. Lo ideal es que el recipiente que la contenga sea de vidrio porque permite resguardar con más seguridad sus características y preservar a futuro. En general, no necesita refrigeración, pero según las condiciones en que se viva valdrá la pena usar este lugar como apoyo.
El consumo diario de miel está aprobado como parte de una alimentación saludable. Sin embargo, es necesario recordar que todo en exceso puede causar daño, por lo que es provechoso no excederse en más de 2 cucharadas por día. Al fin de cuentas, se trata de un endulzante que puede causar deseo por comer más y más.
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